domingo, 30 de marzo de 2025

El Macho Calado


Advierte la sabiduría popular que hay una especie, un género de mucha raigambre en las cantinas, del que poco se habla en las discusiones sobre la diversidad y que es difícil reconocer a primera vista. Se trata del Macho Calado.

Vamos por partes. El Diccionario de mejicanismos de Francisco J. Santa María, en una de sus acepciones sobre el vocablo “Macho”, habla acerca “del hombre de muchas y grandes energías, o muy valiente, o de mucho carácter”. Un concepto que se tenía el siglo pasado sobre una especie casi en extinción. El hombre de pecho peludo que habitaba en un paraíso estilo Jalisco rodeado de mujeres que lo temían y veneraban porque dependían enteramente de él. Paradigma del patriarca que ha sido ridiculizado por poetas homoeróticos y vituperado por feministas de la Tercera Ola que lo describen como un hombre de las cavernas o un monstruo feminicida.


ELOGIO DE LAS CANTINAS Y ELOGIO AL AUTOR DEL ELOGIO DE LAS CANTINAS*

Por Sergio Macías Díaz


Apuremos sorbo a sorbo en nuestra copa el rojo néctar,
 que junto con el olvido trae el remedio para nuestros pesares.
Omar Khayyam


Pobre Jorge Borja. Cuánto habrá tenido que sufrir mi buen amigo, cuánto se habrá sacrificado al tenerse que meter a todas esas madrigueras murciélagas y enfrentar peligros indescriptibles (sobre todo al retornar a casa), justamente él, a quien todos conocemos como un sujeto químicamente puro (lo que sea que eso signifique). Lo cierto es que todo ha valido la pena. Elogio de las cantinas. Breve memorial de antros, bares, cantinas y lupanares es la enciclopedia de la ilustración.

Me explico: hay que hacer maletas para leerlo, pues se trata de un largo viaje que incluso nos puede trasladar a la época prehispánica para hablar del culto a la comida de nuestros ancestros: “Todo lo que se arrastra, corre y vuela, a la cazuela”. O bien, desde la pluma de Manuel Payno, nos hará conocer a Hilario Cortés, el dueño del bar Piquío, el precursor de la botana en tres tiempos.

domingo, 23 de marzo de 2025

De madrugada en ninguna parte-Capítulo2


2. El demonio interior

Me llamo Nicho y soy alcohólico.

Soy hijo de Jesús y de Araceli. Nací justo cuando habían pasado los tiempos más felices de mi familia y empezaban los míos. Vine al mundo una noche en que llovió a cántaros y el estruendo de un rayo que cayó en el patio asustó tanto a mi madre que del fuerte brinco se le rompió la fuente. La “Muñeca”, perra consentida de la casa, se puso a aullar como condenada y de los nervios se comió un zapato. Mi abuela Licha siempre afirmó que tanto estropicio era señal de que yo, como todos sus hijos, los hermanos de mi padre, iba a salir buen bebedor pero, a diferencia de ellos, mal pagador. Eso explica cabalmente por qué hasta esta tercera década de vida haya venido a saldar mis deudas.

domingo, 16 de marzo de 2025

Todos los días son nuestros*


“Si después de yo morir quisieran escribir mi biografía,

no hay nada más sencillo.

Tiene sólo dos fechas -la de mi nacimiento y la de mi muerte.

Entre una y otra todos los días son míos”

Fernando Pessoa

Tenemos dos nombres y cuatro fechas.

Arturo Trejo Villafuerte: Ixmiquilpan, Hidalgo, 24 de diciembre de 1953-Texcoco, Estado de México, 13 de mayo de 2020.

Ignacio Trejo Fuentes: Pachuca, Hidalgo, 4 de junio de 1955-Tlachichilco, Veracruz, 31 de mayo de 2024.

Podríamos hablar de su peso en la literatura y en la cultura mexicana. Decir que son dos pilares de la cultura escrita del siglo XX y parte de XXI. Podríamos añadir que se conocieron en la UNAM y que fueron aquellos jóvenes rebeldes que se movieron de un trabajo al otro, del INBA al Uno más Uno, de las ediciones a las reseñas, de las reseñas a las colaboraciones, de las colaboraciones a los libros; de la manera en que los aspirantes a escritores en los años setenta trataron de ejercer su oficio y de cómo se ganaron su lugar en la literatura, en la cultura y en la vida.


domingo, 9 de marzo de 2025

Capri, te besa la luna, te besa el amor



La encuentro en una banca alimentando a las palomas. Una anciana de abrigo, sombrero y guantes, y usando un pañuelo de seda azul a manera de cubrebocas. Esmeralda de los Ríos es una imagen insólita para esta Plaza de la Solidaridad -frecuentada por teporochos, monos y jugadores de ajedrez o dominó- que los sábados se llena de parejas que improvisan salsas y cumbias.

-¿Y no le dan ganas de bailar con esta música? -le pregunto a la elegante anciana.

Esmeralda abre sus enormes ojos verdes para responderme:

-Hace tres años me fracturé la cadera y ahora camino despacio y con bastón. En las noches sueño que sigo en el ballet, pero de ese tiempo ya pasó más de medio siglo.

-¿Y cómo era entonces?

-Pues aquí estuvo el Regis, que además de hotel tenía una farmacia frecuentada por artistas, unos baños de vapor donde venían políticos y empresarios, el restaurante de Paolo, la Taberna del Greco y el lugar donde trabajé más de una década: el Capri.

-Un cabaret muy exclusivo que se inauguró en 1948, según me han contado…

-No había consumo mínimo ni derecho de mesa. Se pagaba nada más lo que se consumía. Sin embargo, era uno de los mejores centros nocturnos de los 50s; competía con el Salón Versalles, El Patio y el Ciro’s.

Ahí -me dice suspirando-, se llegaron a presentar Edith Piaff, Lola Flores, Los Panchos, Lucho Gatica, Lola Beltrán, José Alfredo Jiménez y muchos artistas que ya no recuerdo. Yo los conocí y muchas veces los acompañé en sus shows con el ballet de Chelo La Rue. Tenía yo 16 años. Fue una época muy bonita donde se podía hacer vida nocturna sin ningún temor.

-Esmeralda, platíqueme del Capri.



domingo, 2 de marzo de 2025

Resaca


Imprevisto

como un borracho

que duerme a la intemperie

así me encuentra el alba

entre mierdas de perro

y alegres moscas verdes.



Sin embargo no quiero

cantarle a la desdicha

ni a los amores tiernos

que se pudren imberbes.



Tampoco al río de pasos

                en que un hombre se ahoga

                                        camino del trabajo.


Sé que me disputan

la risa y el averno

pero habita mi pecho

el fantasma del tiempo.



Desolada y marchita

palpita mi carroña

en busca de algún buitre

que al fin se anime a expiarla.



Más

       cocido

                  que

                        crudo



Perdido entre los callejones del recuerdo

                    Me asalta AQUÍ

                        el POEMA.

Los milagros de la embriaguez



En el Diccionario de la Lengua Española de la RAE se encuentra que la Embriaguez, entre otras acepciones es la “Turbación pasajera de las potencias, exceso con que se ha bebido vino o licor”; o en palabras más contundentes que se trata de un “Enajenamiento del ánimo”.

Quienes hemos experimentado esa sensación, conocemos sus causas y sus efectos, mas no el origen y la necesidad que muchos individuos de nuestra especie han tenido por alcanzar ese estado tan singular que en palabras de Charles Bukowski, nos lleva a trascender el tiempo y el espacio.

Sobre "Elogio de las Cantinas"*




El destierro de los bebedores es el título de una novela que no se ha escrito. Me vino a la mente después de leer el primer párrafo de un reportaje, publicado un sábado de octubre del año 2020, en el portal del Sol de Morelos.

A la letra lo reproduzco: “Desde antes de la contingencia sanitaria, las cantinas tradicionales de Cuernavaca, habían venido a menos ante la feroz competencia de bares y antros de moda, de franquicias y demás que ofrecen muchas veces a sus clientes, principalmente jóvenes, litros y litros de bebida, a decir de los viejos cantineros, de dudosa procedencia y por ello muy barata, hoy tras la emergencia luchan por sobrevivir, con las recetas de antaño, las ricas botanas, la atención esmerada y las bebidas preparadas para "los crudos" o "enfermos", que padecen la resaca a consecuencia de una buena borrachera”.

domingo, 23 de febrero de 2025

De Madrugada en ninguna parte



De madrugada en ninguna parte

Novela original de Jorge Arturo Borja


Ciudad de México,
Miércoles 24 de mayo de 2012.

D.R. c


Para Eusebio Ruvalcaba, último avatar de Dionisos, por el magisterio de la amistad.
Para Pterocles Arenarius, venerable compadre, por la fraternidad de la aventura.
Para mis compañeros de escritura, para mis comparsas de estos y otros tiempos, por el sueño que es la vida.

Este libro fue terminado gracias al auspicio de la Fundación Alfonso Montelongo para Escritores Dipsómanos.


“somos balas perdidas
que se encontraron en el camino
a ninguna parte.”

Adrián Román,
"Balas perdidas".


“Que en el vino contemples la alta hora
en que se funden sueños y desencanto
acepta tu destino como el precio
de tu palabra. Escribe.”

José María Álvarez.
"Elogio de la embriaguez".


“Hacer de la interrupción un camino nuevo,
hacer de la caída, un paso de danza,
del miedo, una escalera,
del sueño, un puente,
de la búsqueda… un encuentro.”

Fernando Pessoa.
"De todo quedaron tres cosas".