domingo, 14 de septiembre de 2025

Nostalgias del burlesque


El burlesque surgió como subgénero teatral en la Italia del siglo XVII. Un espectáculo que combinaba la comedia y el teatro de variedades y, como lo indica su raíz etimológica, se dedicaba a hacer burla y parodia de temas generalmente del teatro clásico.

Ya en el siglo XIX, el burlesque se emparentó con el teatro de variedades inglés al incluir números musicales; con el teatro de revista, el vodevil americano y el teatro-cabaret que contenían sketches cómicos y escenas eróticas con mujeres semidesnudas.

A México llegó directamente desde París con la compañía de Madame Rassimí el espectáculo Voila le Ba-ta-clan que se presentó en el Teatro Iris en 1925. En vista del gran éxito que obtuvieron entre el público masculino estas rubias beldades que dejaban al descubierto tobillos-pantorrillas y muslos, provocando varios infartos a nuestros tatarabuelos, el empresario mexicano José Campillo decidió mostrar el talento nacional en su revista Mexican Rataplán en el Teatro Lírico. Y así en competencia entre quiénes mostraban más y quienes se movían mejor en el escenario, el burlesque fue tomando carta de identidad como uno de los espectáculos de mayor arraigo en México.

domingo, 31 de agosto de 2025

Lámpara sin luz


Después del daño

Bruno Bellmer.

Editorial Vitralli, México 2025.

La escritura de ficción, por lo menos en el siglo XVIII, era un vehículo que además de entretener y proponer puntos de vista, se dedicaba a aleccionar y transmitir valores que se suponía eran los de la razón. Por eso las fábulas y la novela ocupaban un lugar importante en la educación académica que se proponía fundar un mundo nuevo. Pero como dijo Francisco de Goya: “El sueño de la razón engendra monstruos” y ya hemos constatado qué ocurrió con el mundo.

Hoy vivimos la pesadilla de ese sueño encarnada en los nuevos monstruos de la AI que va a esclavizarnos o en los aliens que están prestos a invadirnos no se sabe si para conquistarnos o para salvarnos. De cualquier manera ya estamos perdidos. Quizá como dice un célebre meme nada más vienen a salvar a nuestras mascotas, que es lo único que vale la pena de nuestra civilización.

Estas reflexiones no vienen a cuento por una vocación de nihilismo sino por la lectura de la más reciente novela de Bruno Bellmer Después del daño. En primer lugar sería conveniente saber si las novelas sirven para algo. ¿Con las novelas se puede cambiar el mundo?, ¿se puede corregir la vida aunque sea nada más la de un individuo?, ¿pueden curar una pandemia o ayudan a fortalecer nuestra economía doméstica?, ¿se puede salvar de morir a alguien leyendo una novela?, bueno, ¿tan siquiera sirven de entretenimiento y la lectura de un libro donde solamente hay letras impresas nos puede apartar de la última biopic que aborda la vida de un comediante canibal o de una cantante ninfómaniaca? La respuesta casi general es NO.

Piso 14



Aquella madrugada que pasamos en la oficina

redactando los discursos de un político

que vacacionaba en Miami

el Dr. Montaña nos llevó hasta la ventana

del piso 14 y exclamó:

“¡Cuántos estarán cogiendo en este momento!”

mientras parpadeaban las luces de la ciudad inmensa


y nosotros reímos, pero en el fondo

recordábamos a la secretaria de piel morena

                                               y hombros suaves


que estaría durmiendo complacida

en el pecho de un chofer de peseros

en uno de esos cuartos de azotea

perdidos en la falda de algún cerro.


Con un chofer que esa noche

podía mirarnos sin duda

por encima del hombro.

jueves, 31 de julio de 2025

De madrugada en ninguna parte. Capítulo 5. Ángel Cadena



5. Las pruebas

Conducía un Jaguar X-J8 a más de 150 kilómetros por hora, con las ventanillas abiertas. El auto que había deseado toda la vida. Volante reducido, palanca al piso, asientos de piel y llantas anchas que rodaban con la suavidad de una alfombra mágica. La libertad total. El viento me acariciaba las mejillas. Serpenteaba por una autopista al borde de una costa de playas doradas y olas uniformes como pliegues de terciopelo. A pesar de que estaba donde quería y haciendo lo que me gustaba, sentía una urgencia repentina. Pisaba el acelerador. “¿Por qué vas tan rápido?”, me preguntó una voz que venía del asiento del copiloto. Observé de reojo. No alcanzaba a ver más que parte de su rostro. El timbre se me hacía desconocido.

—Tengo que llegar cuanto antes —contesté apurado.

—¿A dónde? —insistió la voz.

miércoles, 30 de julio de 2025

Apetito Nudista



En Nueva York y en Madrid está causando furor una nueva costumbre vegana: una cena de 25 mujeres desnudas y desconocidas, que por 80 dólares tienen derecho a tres platillos y a la convivencia “al natural” para disfrutar de comida y ejercicios de respiración. Afirma la organizadora, la activista y modelo Charlie Ann Max, que este tipo de reuniones son una experiencia liberadora y transformadora que ayuda a “liberar tensiones y estrés, a conectar con las emociones y a acceder a un sentido más profundo de la conciencia de uno mismo".

martes, 29 de julio de 2025

Amigotes


Así, con un plural aumentado, se designa al grupo de amigos, la flota, la pandilla o la banda, con quienes uno comienza a aprender, a disfrutar y a conocer el mundo y sus placeres. Son los amigos a quienes en la madurez nos ligan el montón de recuerdos, buenos y malos, que van haciendo la médula de la existencia.

Área Staff


Trabajamos en la Torre de Cristal

un piso abajo del Señor Secretario

somos su área staff:

Doctores en Ciencias Exactas, Maestros de Retórica

y Expertos en los mundos sutiles de la AI]

Guerreros de pisacorbata y mancuernillas doradas

como las columnas del templo de Mammón.

Nuestras plegarias son los libros

                                            ponencias

                                                    y discursos

que el señor reparte entre sus fieles como dádivas

en espera de que su padre Dios lo llame

a ocupar el trono celestial

pero el milagro solo ocurre

cada seis años.


Entre tanto nuestro pastor

desciende de su camioneta

en colonias populares

y da un sermón lleno de cifras

estrecha compasivo las manos de enfermos y menesterosos]

                        de los que buscan un hueso

                        de los que se conforman

                        con cargar su sagrado

                        portafolios.



Entre ellos reparte la bendición de una mirada

de una sonrisa bienhechora

de una promesa que se renueva

en cada mitin.


Después regresa impertérrito a su camioneta

sube los vidrios polarizados

y pide a su asistente

un poco de alcohol

para lavarse

meticulosamente

las manos.




lunes, 30 de junio de 2025

De madrugada en ninguna parte. Capítulo 4. Dionisio Balderas



4. La verdadera vida


Mi paso por la universidad sirvió para confirmar mis inclinaciones literarias. Aunque entraba poco a las clases, frecuenté a los poetas. Me identificaba con su rebeldía ante el mundo y, como ellos, también quería expresarme por medio del arte al que consideraba el camino hacia la auténtica iluminación. En cambio las relaciones sociales me parecían pura hipocresía. Esto motivó mi alejamiento de las celebraciones colectivas. Navidad y Año Nuevo se me hacían particularmente patéticas. Después de hablar mal del prójimo y hostilizarlo durante 365 días, en diciembre reinaba una mentirosa armonía que servía de pretexto a un consumismo feroz. Pensaba que casi todas las familias eran como la mía aunque mejor dotadas para los convencionalismos y el fingimiento.

Supongo que fue la soledad la que me llevó a refugiarme en la escritura. Escribí cuentos y poemas que presenté en la escuela. A mi padre, a quien alguna vez sorprendí leyendo mis textos, no lo convencían mis aptitudes, pero mi maestro de redacción, un viejo periodista, llegó a comentar que mis relatos destilaban resentimiento pero también tenían fuerza. Eso me llevó al convencimiento de que yo era diferente a los demás por mi condición de artista y por eso me estaban permitidos toda clase de excesos, especialmente los relacionados con el alcohol. Así que para mantenerme despierto escribiendo hasta la madrugada requería del brío de varios vodkas y, luego para dormir, del veneno del bourbon que me dejaba tendido hasta el día siguiente. Por supuesto que estos hábitos los costeaba la cava de mi padre, quien como buen cantinero empezó a notar mi actitud extraviada por las noches y taciturna por las mañanas. A pesar de que yo había tenido la brillante idea de ir sustituyendo sus bebidas con agua o con refresco, y cambiar al anís y a la ginebra para no vaciar por completo los envases, don Chucho se dio cuenta y escondió bajo llave sus botellas después de emprenderla a golpes conmigo. Luego en largo sermón me explicó las razones por las que le parecía oneroso financiar los placeres de un dipsómano. Remató diciendo que cada centavo invertido en mi educación le parecía dinero tirado a la basura y que seguramente se le habría sacado más provecho de jugarlo a los dados. Así lo dijo con todo y que era enemigo jurado de los juegos de azar. Acto seguido: canceló el magro presupuesto que destinaba a mis estudios y me dio un plazo perentorio para conseguir trabajo.

El Diario*


Pablo Lorenzo Doria

Buscó la gorra de su equipo favorito de hockey sobre hielo en el armario, ahí encontró un cuaderno de notas que nunca había visto antes. Lo abrió, en las primeras hojas venía el nombre de Luisa Miller en letra manuscrita. El nombre estaba escrito de una forma suave y fina; le recordó su infancia, aquellos días que ya se habían ido.

Tom se quedó solo en la pequeña cabaña, fue a mediados de aquel lejano año cuando Scott decidió partir a la ciudad, y él prefirió quedarse en casa. No quería dejar su único hogar.

—¡No hay nada que hacer aquí! —decía Scott tratando de convencer a su hermano de dejar la casa.

—¡Me quiero quedar! ¡Vete tú!

—No seas necio, cabrón, vente a la ciudad.

—Me quedo cuidando la granja.

Cuando terminó de leer parte de los apuntes en el cuaderno, se levantó y fue a darle de comer a las gallinas y a Betsy, la preferida de casa. Pasaba largo rato con ella y cuando lo necesitaba la ordeñaba y le cantaba. Su memoria volvía a esos días en que los tres estaban juntos.

sábado, 28 de junio de 2025

Imaginista




Prólogo

Sostenía Umberto Eco -filósofo, investigador del lenguaje y escritor- refiréndose al genio, que éste consistía en “10% inspiración y 90% transpiración”. Esta misma fórmula puede extenderse a la escritura. De acuerdo con el lugar común, el quehacer literario es una especie de aeropuerto donde aterrizan las musas para insuflar en el autor el dictado divino de la inspiración. Nada más alejado de la realidad. Aunque existen obras que míticamente se han escrito de un solo impulso como "Kubla Khan", poema que el inglés Samuel Taylor Coleridge redactó en un sueño y que quedó inconcluso cuando lo despertaron, y On the road, novela que el norteamericano Jack Kerouack escribió en un rollo de papel telegráfico initerrumpidamente durante tres días y dos noches, la mayoría de los textos literarios requieren mayor trabajo, sobre todo la labor de “corrigenda”, que significa volver al texto cuantas veces sea necesario hasta que a juicio de su autor encuentre su justa medida. El propio José Emilio Pacheco decía que solamente se deja de corregir hasta que se publica, y aun así, cuando alguien le llevaba sus libros a firmar, Pacheco buscaba acuciosamente las erratas en esa obra y las corregía de propia mano.

De aquí se puede colegir que la literatura no es simplemente resultado del golpe del estro, ni de la comunicación con el cosmos, ni del trance, ni la intoxicación etílica o sicotrópica. El autor, más que ser un elegido de los dioses es, desafortunadamente, un humilde obrero de la pluma. Si pudiera compararse su esfuerzo con el de algún atleta sería sin duda con el corredor de fondo. Es decir alguien que va a competir en maratones o carreras de resistencia. Hacer un libro en aguantar largas horas, no solamente de concentración en la escritura, sino en la revisión a fondo de lo que se ha escrito.

El domador de serpientes



Tengo 64 años
en mi pubis aún se mantienen oscuras
las interrogaciones.

He bajado 10 kilos en los últimos meses
cada vez más encanallecido
y pálido.

Mi última esperanza es amanecer
con los ojos abiertos hacia el cielo
reintegrado a la nada.

La vida deja llagas profundas
en el alma una infección
que se extiende incurable
y mortífera.

Bebo, según recuerdo
desde antes que nacieran
mis padres y mis abuelos
con las pausas puntuales
del anexo y la cárcel.


Me abandonaron las pasiones
aunque a veces en penumbras
siento cómo se desanilla la necesidad
buscando madriguera.

Por fortuna mi esposa e hijos
acabaron de raíz el mal ejemplo
y me echaron de casa
sin remordimientos.

He pasado madrugadas a la intemperie
acompañado del frío y de ese fiel
perro negro que vela
mis sueños.


Poco aprendí pero sé
despertar entre moscas y basura
con el estómago como mausoleo y la sed
del que atraviesa desiertos.

Esta noche
desde un cuarto de azotea
contemplo la iniquidad del mundo
sus luces parpadeantes y engañosas
como promesas falsas.

Alzo mi envase de aguardiente
y brindo por ese luminoso pantano,
de animales en celo
depredadores
y ponzoña.

Por ese río fosforecente
que viene reptando
bajo mis pies.





sábado, 24 de mayo de 2025

De madrugada en ninguna parte. Capítulo 3. Ángel Cadena


De Madrugada en Ninguna Parte
Capítulo 3.
Ángel Cadena.

La pastilla

Desde que me capacitó nunca habíamos vuelto a trabajar juntos. Al principio porque nos asignaban distintos temas.

Abigael se especializó en telecomunicaciones y yo en productos del hogar y para jóvenes. Después, cuando ya me daban a elegir, nunca me llamó la atención compartir investigaciones con él. En parte por evitar la competencia de uno de los analistas más experimentados y por otro lado porque no me convencía su estilo. Su manera directa y la energía que desplegaba, incluso en las tareas más sencillas, lo convertían en mi antítesis. Para mí los estudios requerían de un ritmo más acompasado, lo cual no tenía nada que ver con la velocidad para resolverlos sino con la búsqueda del quid que me señalara hacia dónde dirigirme. A partir de ahí las piezas iban acomodándose una por una.

Abigael, por el contrario, acostumbraba reunir en poco tiempo la mayor cantidad de información posible para posteriormente poder discriminar lo que le servía. En cuanto la directora daba la instrucción Abigael se lanzaba al ruedo a embestir al bulto, pero lo hacía con tanto sentido que siempre atinaba. Aquel martes, en una oficina con aire acondicionado, lucía sudoroso y resoplante, listo para arrancar.

domingo, 30 de marzo de 2025

El Macho Calado


Advierte la sabiduría popular que hay una especie, un género de mucha raigambre en las cantinas, del que poco se habla en las discusiones sobre la diversidad y que es difícil reconocer a primera vista. Se trata del Macho Calado.

Vamos por partes. El Diccionario de mejicanismos de Francisco J. Santa María, en una de sus acepciones sobre el vocablo “Macho”, habla acerca “del hombre de muchas y grandes energías, o muy valiente, o de mucho carácter”. Un concepto que se tenía el siglo pasado sobre una especie casi en extinción. El hombre de pecho peludo que habitaba en un paraíso estilo Jalisco rodeado de mujeres que lo temían y veneraban porque dependían enteramente de él. Paradigma del patriarca que ha sido ridiculizado por poetas homoeróticos y vituperado por feministas de la Tercera Ola que lo describen como un hombre de las cavernas o un monstruo feminicida.


ELOGIO DE LAS CANTINAS Y ELOGIO AL AUTOR DEL ELOGIO DE LAS CANTINAS*

Por Sergio Macías Díaz


Apuremos sorbo a sorbo en nuestra copa el rojo néctar,
 que junto con el olvido trae el remedio para nuestros pesares.
Omar Khayyam


Pobre Jorge Borja. Cuánto habrá tenido que sufrir mi buen amigo, cuánto se habrá sacrificado al tenerse que meter a todas esas madrigueras murciélagas y enfrentar peligros indescriptibles (sobre todo al retornar a casa), justamente él, a quien todos conocemos como un sujeto químicamente puro (lo que sea que eso signifique). Lo cierto es que todo ha valido la pena. Elogio de las cantinas. Breve memorial de antros, bares, cantinas y lupanares es la enciclopedia de la ilustración.

Me explico: hay que hacer maletas para leerlo, pues se trata de un largo viaje que incluso nos puede trasladar a la época prehispánica para hablar del culto a la comida de nuestros ancestros: “Todo lo que se arrastra, corre y vuela, a la cazuela”. O bien, desde la pluma de Manuel Payno, nos hará conocer a Hilario Cortés, el dueño del bar Piquío, el precursor de la botana en tres tiempos.

domingo, 23 de marzo de 2025

De madrugada en ninguna parte. Capítulo 2. Dionisio Balderas


2. El demonio interior

Me llamo Nicho y soy alcohólico.

Soy hijo de Jesús y de Araceli. Nací justo cuando habían pasado los tiempos más felices de mi familia y empezaban los míos. Vine al mundo una noche en que llovió a cántaros y el estruendo de un rayo que cayó en el patio asustó tanto a mi madre que del fuerte brinco se le rompió la fuente. La “Muñeca”, perra consentida de la casa, se puso a aullar como condenada y de los nervios se comió un zapato. Mi abuela Licha siempre afirmó que tanto estropicio era señal de que yo, como todos sus hijos, los hermanos de mi padre, iba a salir buen bebedor pero, a diferencia de ellos, mal pagador. Eso explica cabalmente por qué hasta esta tercera década de vida haya venido a saldar mis deudas.

domingo, 16 de marzo de 2025

Todos los días son nuestros*


“Si después de yo morir quisieran escribir mi biografía,

no hay nada más sencillo.

Tiene sólo dos fechas -la de mi nacimiento y la de mi muerte.

Entre una y otra todos los días son míos”

Fernando Pessoa

Tenemos dos nombres y cuatro fechas.

Arturo Trejo Villafuerte: Ixmiquilpan, Hidalgo, 24 de diciembre de 1953-Texcoco, Estado de México, 13 de mayo de 2020.

Ignacio Trejo Fuentes: Pachuca, Hidalgo, 4 de junio de 1955-Tlachichilco, Veracruz, 31 de mayo de 2024.

Podríamos hablar de su peso en la literatura y en la cultura mexicana. Decir que son dos pilares de la cultura escrita del siglo XX y parte de XXI. Podríamos añadir que se conocieron en la UNAM y que fueron aquellos jóvenes rebeldes que se movieron de un trabajo al otro, del INBA al Uno más Uno, de las ediciones a las reseñas, de las reseñas a las colaboraciones, de las colaboraciones a los libros; de la manera en que los aspirantes a escritores en los años setenta trataron de ejercer su oficio y de cómo se ganaron su lugar en la literatura, en la cultura y en la vida.


domingo, 9 de marzo de 2025

Capri, te besa la luna, te besa el amor



La encuentro en una banca alimentando a las palomas. Una anciana de abrigo, sombrero y guantes, y usando un pañuelo de seda azul a manera de cubrebocas. Esmeralda de los Ríos es una imagen insólita para esta Plaza de la Solidaridad -frecuentada por teporochos, monos y jugadores de ajedrez o dominó- que los sábados se llena de parejas que improvisan salsas y cumbias.

-¿Y no le dan ganas de bailar con esta música? -le pregunto a la elegante anciana.

Esmeralda abre sus enormes ojos verdes para responderme:

-Hace tres años me fracturé la cadera y ahora camino despacio y con bastón. En las noches sueño que sigo en el ballet, pero de ese tiempo ya pasó más de medio siglo.

-¿Y cómo era entonces?

-Pues aquí estuvo el Regis, que además de hotel tenía una farmacia frecuentada por artistas, unos baños de vapor donde venían políticos y empresarios, el restaurante de Paolo, la Taberna del Greco y el lugar donde trabajé más de una década: el Capri.

-Un cabaret muy exclusivo que se inauguró en 1948, según me han contado…

-No había consumo mínimo ni derecho de mesa. Se pagaba nada más lo que se consumía. Sin embargo, era uno de los mejores centros nocturnos de los 50s; competía con el Salón Versalles, El Patio y el Ciro’s.

Ahí -me dice suspirando-, se llegaron a presentar Edith Piaff, Lola Flores, Los Panchos, Lucho Gatica, Lola Beltrán, José Alfredo Jiménez y muchos artistas que ya no recuerdo. Yo los conocí y muchas veces los acompañé en sus shows con el ballet de Chelo La Rue. Tenía yo 16 años. Fue una época muy bonita donde se podía hacer vida nocturna sin ningún temor.

-Esmeralda, platíqueme del Capri.



domingo, 2 de marzo de 2025

Resaca


Imprevisto

como un borracho

que duerme a la intemperie

así me encuentra el alba

entre mierdas de perro

y alegres moscas verdes.



Sin embargo no quiero

cantarle a la desdicha

ni a los amores tiernos

que se pudren imberbes.



Tampoco al río de pasos

                en que un hombre se ahoga

                                        camino del trabajo.


Sé que me disputan

la risa y el averno

pero habita mi pecho

el fantasma del tiempo.



Desolada y marchita

palpita mi carroña

en busca de algún buitre

que al fin se anime a expiarla.



Más

       cocido

                  que

                        crudo



Perdido entre los callejones del recuerdo

                    Me asalta AQUÍ

                        el POEMA.

Los milagros de la embriaguez



En el Diccionario de la Lengua Española de la RAE se encuentra que la Embriaguez, entre otras acepciones es la “Turbación pasajera de las potencias, exceso con que se ha bebido vino o licor”; o en palabras más contundentes que se trata de un “Enajenamiento del ánimo”.

Quienes hemos experimentado esa sensación, conocemos sus causas y sus efectos, mas no el origen y la necesidad que muchos individuos de nuestra especie han tenido por alcanzar ese estado tan singular que en palabras de Charles Bukowski, nos lleva a trascender el tiempo y el espacio.

Sobre "Elogio de las Cantinas"*




El destierro de los bebedores es el título de una novela que no se ha escrito. Me vino a la mente después de leer el primer párrafo de un reportaje, publicado un sábado de octubre del año 2020, en el portal del Sol de Morelos.

A la letra lo reproduzco: “Desde antes de la contingencia sanitaria, las cantinas tradicionales de Cuernavaca, habían venido a menos ante la feroz competencia de bares y antros de moda, de franquicias y demás que ofrecen muchas veces a sus clientes, principalmente jóvenes, litros y litros de bebida, a decir de los viejos cantineros, de dudosa procedencia y por ello muy barata, hoy tras la emergencia luchan por sobrevivir, con las recetas de antaño, las ricas botanas, la atención esmerada y las bebidas preparadas para "los crudos" o "enfermos", que padecen la resaca a consecuencia de una buena borrachera”.

domingo, 23 de febrero de 2025

De Madrugada en ninguna parte. Capítulo 1. Ángel Cadena



De madrugada en ninguna parte

Novela original de Jorge Arturo Borja


Ciudad de México,
Miércoles 24 de mayo de 2012.

D.R. c


Para Eusebio Ruvalcaba, último avatar de Dionisos, por el magisterio de la amistad.
Para Pterocles Arenarius, venerable compadre, por la fraternidad de la aventura.
Para mis compañeros de escritura, para mis comparsas de estos y otros tiempos, por el sueño que es la vida.

Este libro fue terminado gracias al auspicio de la Fundación Alfonso Montelongo para Escritores Dipsómanos.


“somos balas perdidas
que se encontraron en el camino
a ninguna parte.”

Adrián Román,
"Balas perdidas".


“Que en el vino contemples la alta hora
en que se funden sueños y desencanto
acepta tu destino como el precio
de tu palabra. Escribe.”

José María Álvarez.
"Elogio de la embriaguez".


“Hacer de la interrupción un camino nuevo,
hacer de la caída, un paso de danza,
del miedo, una escalera,
del sueño, un puente,
de la búsqueda… un encuentro.”

Fernando Pessoa.
"De todo quedaron tres cosas".