domingo, 10 de marzo de 2019

El aferrado*

Así se conoce a quien se agarra o se coge fuertemente de algo. Al que insiste con tenacidad en una opinión, en una idea. Al terco, obsesivo y necio. O de acuerdo con el vocabulario para entender a los mexicanos, de Héctor Majarrez, “también se dice del que no deja el vicio”.

De este modo se refieren los meseros de cantina al último cliente del día. El que pide la “caminera” cuando ya están bajando las cortinas del negocio. Al que le pasan un vasito de plástico para vaciar el trago que le queda. Aquel que todavía ofrece una jugosa propina con tal de que le sirvan la “del estribo”. Y el mesero, en un postrer arranque de compasión, responde: "No me des propina, pero ya vete, antes de que te saquen a patadas".