El Ruletero ya constituye un estereotipo tan emblemático del mexicano que su figura bien podría aparecer en una de las cartas de la lotería, junto con El Valiente, El Negrito o El Borracho. También conocido como chafirete, voz despectiva del galo chauffer, se ha hecho merecedor de un mambo y de una cumbia, que resultan la máxima expresión de su popularidad. Afirma Jesús Flores y Escalante en su Morralla del caló mexicano que el ruletero “junto con los camioneros, pesereros y los policías resultan personajes de horca y cuchillo para el habitante de las grandes urbes mexicanas.”
La marcha de la historia
Por Madero entró el Ejército Trigarante y también los chinacos acompañando a Juárez.
Y después entró Francisco I. Madero en un carruaje tirado por corceles blancos.