(Los Humedales de Ojeteperro III)
Para mi compadre Adrián El Negro
a manera de sentida disculpa.
Es noche de brujas, para rematar la parranda el amigo Marco se convierte en virgilio y mecenas de cuatro aventurebrios sedientos y en busca de emociones fuertes. Tres guerreros y un veterano de las noches de la ciudad tomamos Eje Central y nos dirigimos hacia el 126, en la Colonia Centro, al legendario Bar Azteca.