Por Eusebio Ruvalcaba
Campo de batalla
es un libro de cuentos devastador, luminoso y emotivo. Jorge Borja, su autor,
con facilidad estruendosa nos lleva de la mano por toda una gama de
sentimientos, que van de la compasión al asombro, de la dulzura a la impiedad.
El libro está escrito por un maestro universitario, pero en realidad pareciese
haberlo hecho un sobreviviente de un tsunami, un damnificado, un sacerdote, o,
digamos, un ex convicto. En lo que estoy pensando cuando afirmo esto, es en el sentido
de penetración de su autor. El ojo de Jorge Borja es implacable. Mira por
nosotros. Nos ahorra el trabajo de atisbar en las oquedades más profundas de
aquellos hombres fraguados en su imaginación, pero de flagrante carne y hueso.
Como hombres en llamas –de los que quería Orozco, el jefe de jefes jalisciense.