Cuando hablo de ti, hablo de una ciudad insomne que ampara entre sus sombras a los amorosos, a los olvidados, a los perseguidos, a los locos, a los inadaptados; del aséptico rumor de las oficinas que de noche se convierten en guaridas, garitos, cuartos de hotel; de la melancolía de las calles lluviosas, la nostalgia de los cines de barrio, la íntima fatiga de los taxis, la desesperanza de los interminables túneles del metro.
viernes, 24 de julio de 2009
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