Instrucciones para jugarse la vida con Satanás.
Arturo J. Flores.
Instituto Mexiquense de Cultura.
Estado de México, 2014.
En el siglo XVIII, los filósofos hacían una distinción entre la imaginación y la fantasía. La primera, imaginar, era considerada la facultad de producir percepciones de las cosas sensibles ausentes; y la segunda, fantasear, la facultas figendi, consistía en cambio en producir mediante la división y la composición de imágenes, la imagen de una cosa jamás percibida por los sentidos.
