domingo, 19 de junio de 2016

Apuntes y Consignas de la Marcha Magisterial*

Hemos visto a familias enteras, en el medio rural y el urbano, apoyar al magisterio. Y no nos referimos a apoyos del tipo “este puño sí se ve”, “el pueblo unido, jamás será vencido”, y las consignas que, a pesar de las distancias en calendarios y geografías, siguen siendo las mismas, porque abajo sigue siendo de elemental principio la solidaridad. Si en movilizaciones anteriores del magisterio rebelde, la “ciudadanía” (ese término que oculta la desigualdad) se mostraba hastiada y molesta, ahora las cosas han cambiado.”


“Que sube, que baja
Guerrero no se raja.”

“Aquí están, aquí van,
los maestros de Michoacán.”

“Cada vez más son las familias que socorren a l@s maestr@s, los apoyan para sus viajes y marchas, se angustian cuando son agredid@s, les ofrecen alimentos, bebidas y refugio. Son familias que, según la taxonomía de la izquierda electoral, estarían “embrutecidas” por la televisión, “son come tortas”, “están alienadas”, “son acarreadas”, “no tienen conciencia”. Pero al parecer, la descomunal campaña mediática en contra del magisterio que resiste, ha fracasado. El movimiento de resistencia contra la reforma educativa se ha convertido en un espejo para cada vez más gente-gente (es decir, no la de organizaciones sociales y políticas, sino gente común). Como si se hubiera despertado un sentimiento colectivo de urgencia ante la tragedia que viene. Como si cada golpe de tolete, cada bomba de gas, cada bala de goma, cada orden de aprehensión, fueran consignas elocuentes: “hoy la ataco a ella, a él; mañana iré por ti”. Tal vez por eso, detrás de cada maestro hay familias enteras que simpatizan con su causa y con su lucha.”

“Arriba, abajo
reformas al carajo.”

“Únete pueblo no somos del PRI
somos maestros luchando por ti.”

“¿Por qué? ¿Por qué un movimiento que ha sido ferozmente atacado por todos los frentes sigue creciendo? ¿Por qué, si son “vándalos”, “holgazanes”, “terroristas”, “corruptos”, “opositores-al- progreso”, mucha gente de abajo, no poca de en medio, y hasta alguna de arriba, saluda, así sea a veces en silencio, al magisterio que defiende lo que cualquier persona defendería?”

“Pues, a más de 3 años de que se promulgara la presunta “reforma educativa”, el señor Nuño todavía no puede presentar algún argumento educativo, así sea mínimo, a favor de su “programa de ajuste de personal”. Sus argumentos han sido, hasta ahora, los mismos de cualquier capataz de la época porfirista: gritos histéricos, golpes, amenazas, despidos, encarcelamientos. Los mismos que emplearía cualquier triste y gris aspirante a policía posmoderno.”

“País petrolero
el pueblo sin dinero.”

“Peña, entiende,
la educación no se vende.”

“Ya los golpearon, ya los gasearon, ya los encarcelaron, ya los amenazaron, ya los despidieron injustamente, ya los calumniaron, ya decretaron de facto el estado de sitio en la Ciudad de México. ¿Qué sigue? ¿Qué los desaparezcan? ¿Qué los asesinen? ¿En serio? ¿La reforma “educativa” nacerá sobre la sangre y cadáveres de maestras y maestros? ¿Van suplir los plantones magisteriales con plantones policíacos y militares?

“Urgente, urgente,
que renuncie el presidente.”

“Necesario, necesario,
que también el secretario.”

“Ojo por ojo
diente por diente
chingue a su madre
Peña y su gente.”

*Apuntes sobre la guerra contra el magisterio en resistencia. Subcomandante Galeano, EZLN.
*Consignas de la marcha magisterial del 17 de junio de 2016.
*Fotos de Ojeteperro.

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