
Una de las costumbres que mejor caracterizan al mexicano en el extranjero es la propina. Los meseros del mundo saben que cuando se trata de demostrar recursos económicos, el mexicano es espléndido. ¿Será porque muchos políticos y empresarios nacionales impusieron esta práctica para enaltecer el buen nombre de México o porque ya es parte de nuestra idiosincracia?
En las cantinas de nuestro país se acostumbra dar el 10% del costo de la cuenta, a juicio del cliente: si se sintió complacido puede dar más; pero si considera que el servicio no estuvo a la altura de sus expectativas puede dejar menos; pero raramente omite esta justa gratificación si no quiere ser señalado como mezquino o tacaño. Sin embargo también existen restaurantes de categoría donde la propina viene incluída en la cuenta e incluso alcanza hasta el 30% del consumo.















