Dicen que es frágil la flor,
que se quiebra con el viento,
que a sus más hondas raíces
las devoran las lombrices,
y con el paso del tiempo
pierde todo movimiento
y en silencio se marchita;
pero su imagen nos grita
en la memoria invisible
de su aroma inmarcesible
que nos habla con amor
desde otra vida mejor.
Arturo B. López
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