• Al principio uno aprende a hablar para después aprender a callarse.
• Al que tiene más hambre siempre le sirven al último.
• A los amigos se los conoce en la cárcel y a las amigas en la cama.
• En las batallas del amor el verdadero triunfo no consiste en que uno de los contendientes venza al otro, sino en que los dos se pierdan.
• En las frutas como en la vida: la cáscara debe ser dura y amarga, pero la carne suave y dulce.
• Llega un momento en que la vida comienza a cobrarnos las facturas hasta de lo que no le debemos.
• Hay que hablar menos de lo que uno sabe, saber menos de lo que uno piensa y pensarse menos de lo que uno es.
• La finalidad del sexo es el placer y la continuidad de la especie. La finalidad del arte es el placer y la continuidad de la imaginación.
• Los que hablan de Dios en tercera persona son farsantes. Los que hablan de Dios en primera persona son ególatras. Los que hablan de Dios en segunda persona son los que en verdad quieren conocerlo.
• Las fortalezas nos sirven para defendernos. Son las debilidades las que nos hacen atacar.
• Mi ética es nada más que una intuición que no me dice lo que debo hacer sino dónde no debo estar.
• En un mundo de vencedores imbéciles más vale ser un derrotado.
lunes, 17 de enero de 2011
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El aforismo uno, me ha dejado un rato pensando. ¡Tanta razón hay en esta frase!.
ResponderEliminarY los demás aforismos igual de inteligentes.
Dulces lunas